martes, diciembre 11, 2012

La luz en una fotografía

Cuando se hace una fotografía, hay dos pilares básicos en su realización, por un lado el encuadre y por otro, la luz.

Hoy vamos a hablar de la luz en la fotografía. Una fotografía está sobreexpuesta cuando la cantidad de luz que ha incidido en el negativo o el sensor digital es excesiva; al contrario, una fotografía está subexpuesta cuando la luz que ha incidido es escasa.

Para controlar la luz que incide en nuestro sensor tenemos tres parámetros:

  • Apertura del diafragma
  • Tiempo de exposición
  • Sensibilidad ISO
Sensibilidad ISO

Empezamos por el tercer parámetro, la sensibilidad ISO. La sensibilidad ISO refleja lo sensible que se encuentra nuestro sensor ante la luz que actúa sobre él. Una mayor sensibilidad hará que el sensor capte más luz, pero a su vez hará que aumente el ruido de la fotografía. Creemos que la sensibilidad ISO es muy útil en fotografía nocturna porque ahí los otros parámetros son más difíciles de controlar, pero en otras circunstancias es mejor utilizar sensibilidades bajas. La sensibilidad ISO de una cámara suele empezar en 100 y antes de utilizar sensibilidades altas se debería probar a modificar la apertura del diafragma y el tiempo de exposición.

Apertura del diafragma

El diafragma es el lugar por donde incide la luz en nuestra cámara, por lo que cuanto más grande sea el diafragma más luz entrará en nuestra cámara y al revés.

El diafragma, al igual que el tiempo de exposición se suele representar por valores de tal forma que dos valores consecutivos implican una variación de la luz captada a la mitad.

Los valores del diafragma suelen ser: f, f/1.4, f/2, f/2.8 ... y si pasamos de f/2 a f/2.8 recibiremos la mitad de luz porque habremos cerrado el diafragma de tal forma que el área del mismo pasa a ser la mitad.

La apertura del diafragma tiene una implicación en la profundidad del campo. La profundidad del campo es la zona fotografiada que aparece son suficiente nitidez. Si abrimos muy poco el diafragma (por ejemplo, f/22) incidirá muy poca luz en nuestro sensor pero tendremos mayor profundidad de campo y al revés.

Unos ejemplos prácticos, si quiero hacer un retrato tendré que abrir mucho el diafragma, en cambio si quiero hacer una fotografía de un paisaje, cerraré el diafragma de tal forma que obtenga mayor profundidad de campo. Por lo tanto necesitaré compensar con el tiempo de exposición para que la luz que incida en mi sensor sea la adecuada para obtener una fotografía bien iluminada.

Tiempo de exposición

Por último, hablaremos del tiempo de exposición. Este tiempo es el tiempo que estaremos realizando la fotografía. Por ejemplo, un tiempo de exposición de dos segundos hará que nuestra fotografía capte durante dos segundos la escena.

Al igual que en la apertura del diafragma, los paso del tiempo de exposición implican la incidencia de la mitad de la luz en nuestro sensor. Los pasos pueden ser: 2", 1", 1/2, 1/4 ... Es decir si pasamos de un tiempo de exposición de 1/2 a 1/4 habrá incidido la mitad de luz en nuestro sensor.

Evidentemente si queremos captar fotografías en movimiento, y que ese movimiento no sea perceptible en la fotografía tendremos que hacer fotografías con muy poco tiempo de exposición y por lo tanto tendremos que compensar ese tiempo abriendo más el diafragma. En cambio si queremos hacer fotografías de paisajes o edificios podemos aumentar el tiempo de exposición, y por lo tanto disminuir la apertura del diafragma, con el consiguiente aumento de la profundidad de campo. Si queremos hacer fotografías de un río en el cual el agua parezca sedosa tendremos que aumentar el tiempo de exposición y actuaremos disminuyendo la apertura del diafragma.

Consejo

En las cámaras digitales hay opciones para sacar retratos, paisajes, foto nocturna, etc. Empezaría probando con esas opciones y guardando los tres parámetros mencionados en este artículo, y a partir de ahí experimentaría a modificar los parámetros observando el resultado final de la fotografía.

No hay comentarios: